V.- DIÁLOGO IMPOSIBLE ENTRE DURITO Y EL DIABLO.
Don Durito de La Lacandona, escarabajo por accidente genético y andante caballero por vocación, vencido ha a quien, con ropa de juez rico, ha desafiado la razón condenando al inocente y absolviendo al culpable. Es el diablo en persona quien presente se hace para reclamar el alma del perverso pervertidor. Durito no lo detiene, cada quien su trabajo y su modo, pero ganas tiene de tabaco y plática. Saca y enciende la pipa. El aromático humo invita a la charla y el sosiego. El Diablo a saber qué fuma, pero une su humo al del bizarro caballero.
Durito: - Mucho trabajo -.
El Diablo: - Mucho, mucho -.
Durito: - ¿Y la paga? -
El Diablo: - Ahí la lleva uno, para nada alcanza -.
Durito: - ¿Caro el infierno?-
El Diablo: - Como debe ser, grandes inversiones, calefacción digital, dispositivos anticontaminantes, hornos de microondas, la renta, los impuestos -.
Durito: - Entonces los ricos, ¿pagan para llegar y estar? -
El Diablo: - No, pagan para no llegar y no estar -.
Durito: - En el infierno, entonces, ¿no llegan los que deben llegar y no están los que deben estar? -
El Diablo: - No, qué va. Están los que no tienen la paga para no llegar y no estar -.
Durito: - Como la justicia acá -.
El Diablo: - Eso, como la justicia acá -.
Durito: - Mal y malo entonces -.
El Diablo: - A eso me dedico, a buscarlos arriba, a encontrarlos arriba, a cobrarles -.
Durito: - ¿Mucho trabajo? -.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Junio del 2006.
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