jueves, julio 13, 2006

II.- LOS VIENTOS EN CONTRA.-

Desde la emisión de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona hasta el día de hoy, nuestro movimiento (y digo “nuestro” como pertenencia de tod@s l@s adherentes) ha caminado con fuerzas que se le oponen. No me extenderé sobre ellas, porque corresponde a otro lugar su análisis más profundo, así que sólo las enumero:

El proceso electoral arriba.

El silencio o mal información de los grandes medios de comunicación.

La maledicencia, desprecio, animadversión y calumnia de la mayor parte de la intelectualidad progresista en México.

Las dificultades propias para dar a conocer y explicar un movimiento que se está definiendo todavía.

Los modos de organizaciones y grupos de la izquierda nacional.

Y la natural y comprensible desconfianza de nuestro pueblo.

Sólo llamo la atención sobre el hecho de que la conjunción de todas estas fuerzas en contra hubiera inhibido o desmantelado cualquier movimiento, pero no lo logró con la Otra. Entre otras cosas por la sencilla razón de que quienes la formamos en todo el país ya estamos hallados a hacer las luchas con todo en contra.

Porque de por sí hacemos así las cosas, porque sí, porque es nuestro modo, porque somos quienes somos y porque estamos donde estamos: abajo y a la izquierda.

Porque somos un murmullo que crece en extensión, en profundidad, en tono, en volumen.

Porque somos la Otra, lo mejor que este país ha parido en mucho tiempo.